lunes, 13 de diciembre de 2010

TRISTEZAS

 DIEGO EL CIGALA. Día: 11 de diciembre. Lugar. Multiusos. Organiza: Fundación Salamanca. Entrada: 1.000 personas aproximadamente.



Cantaba tangos la otra noche El Cigala en el Multiusos y a mí me parece que sonaban lo suficientemente dignos y sinceros como para dejarse embaucar en su tendenciosa melancolía, a pesar de que allá en argentina han sido recibidos con más apostillas que entusiasmo y que ese experto en la materia que es Don Torrente Ballester declinó acudir a la cita para no tener que mojarse con su docta opinión (según iba y venía del concierto pasé por la biblioteca que preside su escultura y allí seguía completamente inmóvil el profesor apoyado en su bastón). “El tango es un pensamiento triste que se baila” decía el gran Discépolo, autor de algunos de los memorables clásicos del género. El flamenco que es la orilla desde la que entona Diego, si exceptuamos sus géneros más livianos, también pertenece a esa raigambre de músicas que emiten en frecuencias de tristezas y dolor. Tal vez por eso, funcionan estas maravillosas historias tangueras en la voz rota y aguardentosa del cantaor. “Desde mi triste soledad veré caer la rosa muerta de mi juventud” canta sobre aterciopeladas atmósferas de jazz y música zíngara, y aunque claro, ya no es Gardel el que nos lo cuenta, también hurga en la misma herida, la del tiempo corriendo en nuestra contra. Es suficiente.

DELICIAS

SOLE GIMÉNEZ. Día: 10 de diciembre. Lugar: Hospedería Fonseca. Organiza: Universidad. Entrada: Lleno.


 

No hay duda de que habitamos una ciudad que en sus propuestas concertísticas tira de menús repetitivos y populistas. Por eso la noche del viernes ya era un placer en desuso escuchar a Sole Giménez, una cantante que con su nombre divorciado de Presuntos, jamás había actuado en nuestra ciudad, a pesar de disponer de tres estupendos discos en solitario. Ahora, sin embargo, iniciaba gira en nuestra ciudad, presentando “Pequeñas cosas”, un álbum con el que recupera algunas canciones clásicas del penúltimo pop español -temas de Sabina, Veneno, Sanz, o Chambau-. Pero no. No piensen en versiones al uso. Esas pálidas fotocopias perfectas para solventar periodos de crisis creativa y que, por ejemplo, esta semana ocupan el primer puesto en las listas de ventas en la voz de un cantante catalán despachando a la rápida temas italianos de los setenta. Sole Giménez y su banda se lanzan a un sofisticado proceso de transfiguración que inyecta exuberante sangre de latin jazz donde sólo había tres livianos acordes poperos. Atrevido reto de lanzarse sin red a reescribir armonías que convierten a Los Secretos en banda de swing, a Serrat en fabricante de boleros, y lo que es más milagroso: al taciturno e intimista Antonio Vega en extrovertido sonero cubano. El resto es la voz de Sole. Esa delicia sutil, emocional y elegante que nos traemos a casa. Un lujo.

PIES CON SWING

DANCING FEET. Día: 25 de noviembre. Lugar: Biblioteca Torrente Ballester. Organiza: La propia biblioteca. Entrada: Tres cuartos de entrada.
                                            

Imaginativo nombre el de este trío salmantino, Dancing Feet (Baile de pies). Y es cierto, me fijé: son de pies extraordinariamente nerviosos, con el mérito añadido de trabajar sentados como los oficinistas bancarios o los conductores de autobuses. Alejandro Lucas, baila con su pie derecho golpeando rítmicamente el suelo del escenario con el talón mientras apoya su guitarra en la pierna izquierda. Oscar Sánchez, por el contrario, golpea el suelo con la puntera manteniendo el tacón del zapato como apoyo, mientras descansa el bajo en la pierna izquierda. Por su parte, José Luís González, “Kaos”, un histórico del punk y el rock salmantino, ajusta el pie al bombo para no parar con el saludable divertimento podólogo en toda la sesión. Son sin duda pies de extraordinario swing, el de este apreciable trío de fusión, que con apenas un año de ensayos y escenarios ya suenan personales y compactos con entretenidos diálogos de guitarra y bajista. Disponen de algún tema propio, pero es en la versiones donde se hacen verdaderamente fuertes, versiones inesperadas, festivas, osadas que se llevan a territorios aparentemente extraños para el género como la rumba, el calypso, el reggae, el afrobeat o el funky, los temas más o menos estándars de maestros como Mongo Santamaria, Antonio Carlos Jobim o John Coltrane. Otro autóctono placer.

 
Publicado originalmente en La Gaceta de Salamanca

martes, 7 de diciembre de 2010

INTENSOS por Juan Mari Montes

M CLAN. Día: 4 de diciembre. Lugar: CAEM. Organiza: Fundación Salamanca. Entrada: Tres cuartos de entrada.



Alguna vez M Clan fueron una entusiasta banda de rock en busca de oídos cómplices entre los habituales del circuito de pequeñas salas. El boca a boca fue su principal método de promoción. Posteriormente, coqueteando con el pop, mediante una fantástica y fiel versión de Steve Miller Band (“Serenade” reconvertida en “Llamando a la tierra”), se colaron en esas benditas radiofórmulas que convierten en oro todo lo que reluce, para perder cierta credibilidad roquera pero también para vivir su momento más álgido de éxito y popularidad. Tras algunas tormentas interiores saldadas con la salida de algún miembro del grupo, en sus últimos trabajos han vuelto a reconciliarse con la faceta más auténtica y genuina de la banda, rock fronterizo y adulto con marcadas influencias de blues, soul y música americana. “Para no ver el final”, nuevo trabajo plagado de excelentes canciones que nos van presentando siguiendo prácticamente el mismo orden del disco, confirma esta evolución que les convierte en lo que tal vez sea la banda de rock español más en forma del momento con la voz de un Carlos Tarque excepcional y un sonido denso, musculoso, intenso, que mejora con un plus de energía y frescura lo grabado. Estupendo concierto.

Publicado originalmente en La Gaceta de Salamanca